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miércoles, 23 de diciembre de 2009


Y hablaron, y se rieron, y volvieron a llorar. Y el tiempo fue pasando como siempre cuando estaban juntos, silencioso, para que ellos no pudieran contar las horas ni los minutos, para que pudieran perderse entre tonterías y cosas serias, entre coincidencias y discusiones, entre planes y recuerdos. Juntos revisaron la caja de chucherías y recordaron cada situación, y volvieron a contarla, y volvieron a disfrutarla. Pero ninguno de los dos se animaba a hablar de la distancia, de la separación, aunque la idea volvía insistente a sus cabezas, una y otra vez y tenían qe apartarla.

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