Quizás no sea el vino,
quizás no sea el postre,
quizás no sea, no sea nada.
Pero hay tanta belleza tirada en la mesa desnuda, toda rebalsada.
Apurás el vaso, vas perdiendo el paso y en la mesa ya no hay nada borracha está la puerta cerraste y quedó abierta.. y puedo escuchar tu llamada ♪
Gracias a:
viernes, 25 de diciembre de 2009
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